¿Quieres ahorrar en tus contrataciones?

Si has llegado hasta aquí solo puede significar una cosa.

En algún momento has pensado eso de…

“No hay gente para trabajar”

Estás hasta el gorro, lo sabes tú, lo sé yo.

Lo sabe todo el mundo

Porque abres tu negocio y ya sabes cómo va a ser el día.

El teléfono suena, los clientes vienen, pero… ¿Quién se encarga de todo si no encuentras a nadie que quiera currar? Porque lo que te llega cuando buscas (si te llega) es gente que no tiene ni idea de lo que hace.

Te toca enseñarles desde cero. Y cuando por fin saben hacer algo, se piran. O peor, se quedan y te toca corregirles cada dos por tres.

¿Y qué haces?

Te quedas sin manos, sin tiempo, y con la sensación de que estás apagando fuegos en lugar de hacer crecer tu negocio.

¿La verdad?  No es culpa tuya.

El sistema educativo hace aguas.

Y esto es una realidad como la copa de un pino

Las FP están más desfasadas que un fax

Les enseñan teoría, sí, pero de lo que tú necesitas, ni papa.

Y cuando llegan a tu puerta...

Tienes a chavales que saben más de Instagram que de sacar adelante un negocio.

Así que ahí estás tú, con más trabajo que horas en el día y sin un equipo eficiente que te respalde.

¿Resultado? El de siempre.

Acabas agotado, frustrado, y diciendo una vez más… “es que no hay gente para trabajar”.

Ahora bien, puede que estés pensando algo como:

“vale, tienes razón pero es lo que hay.
No puedo hacer nada al respecto”.

Ahí es donde te equivocas. Sí que la hay.

Se llama contrato de formación en alternancia y es la jugada maestra para que no te comas el marrón de tener que formar desde cero a alguien.

Así funciona:

Formación real

El joven aprende mientras trabaja en tu negocio. 26h de trabajo (en tu negocio) y 14h de formación online totalmente práctica (desde su casa)

Coste cero en seguros sociales

Sí, has leído bien. Durante el contrato, no pagarás ni un duro en seguros sociales. Dinero que te ahorras para invertir en lo que importa.

Duración flexible

Contrata entre 3 meses y 2 años. Tú eliges cuánto tiempo lo necesitas. Es un contrato de duración determinada, se acabó “siempre indefinido” que es lo que te habían contado, ¿verdad?

Espera, espera. Eso no es todo.

Puedes transformar en cualquier momento (un día antes de finalizar incluso) este contrato en indefinido, con bonificaciones también. O sea, si estás contento con la persona al final del contrato, te la quedas sin que te cueste un riñón.

Y no me olvido de que el salario, el que corresponda según ley, se calcula en función de lo que trabaja. Es decir, cobra 26 horas, ni una más, ni una menos.

Nada mal, ¿verdad?

Aunque lo verdaderamente importante aquí es que tú puedes tener a alguien que, al menos, ya sabe qué está haciendo. Nada de perder tiempo (y paciencia) con alguien que no sabe ni por dónde empezar.

Si ha estado un año contigo, y te lo quedas, es que ha salido bien de la cantera, como en el fútbol.

Vale, creo que no me olvido de nada importante.

Ahora dejo la pelota en tu tejado.

Si todo lo que te acabo de contar te ha convencido, puedes conseguirlo de una forma muy sencilla.

Rellenas solo tres datos de contacto y te mando la Guía Práctica que hemos editado, en la que te explico cómo ahorrar mucho dinero en tus contrataciones, además de crear cantera, que la cosa está muy mal…

Y no te pido el teléfono porque no vamos a llamarte.

¡ Nos vemos pronto !